lunes, 29 de abril de 2013

CONCEPTOS BÁSICOS EN PSICOLOGÍA POSITIVA (PARTE III)


Hoy termina el monográfico sobre psicología positiva con los conceptos de:
 
- Resiliencia y crecimiento postraumático
 
- Fortalezas personales
 
Si queréis saber más os recomiendo leer “Psicología positiva” de Beatriz Vera Poseck
 

 
RESILIENCIA Y CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO
 
Ninguna persona está libre de ir enfrentándose en la vida a experiencias desagradables e incluso traumáticas. Desde la psicología se han dedicado muchos esfuerzos para ayudar a la gente a sobreponerse de las mismas. Sin embargo también sabemos que el hombre está dotado de una extraordinaria capacidad para rehacerse tras una experiencia de este tipo. Tradicionalmente en psicología se ha seguido un enfoque de riesgo, es decir orientado en prevenir e identificar qué factores ponen a la persona en estas situaciones de riesgo.
 
 
Desde la psicología positiva se ha adoptado el enfoque de la resiliencia que pone énfasis en las características que hacen que la persona a pesar de sufrir estas desgracias sean capaces de adaptarse e incluso transformarse y lograr el llamado crecimiento postraumático.
 
 
Michel Manciaux y Boris Cyrulnik que han estudiado ampliamente este concepto la han definido como la capacidad de una persona o grupo para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores y traumas difíciles.
El concepto surge de la física como la capacidad de un material de volver a su forma original tras la acción de una fuerza.
No es un rasgo específico y estable si no que varía dependiendo de las circunstancias o de la etapa de la vida en que se esté.
 
 
¿Cuáles son los elementos que parecen estar más relacionados con la resiliencia?
 
- La tendencia a recordar de manera selectiva los elementos positivos de la memoria autobiográfica.
- Aceptar que la vida a veces es impredecible y hay que soportar cierta incertidumbre.
- Cuando se comparan con lo que les ha ocurrido a personas de su alrededor son capaces de observar elementos positivos. Por ejemplo que hay personas que aún les ha ido peor, que las cosas podrían ser peor, que lo que ahora les ocurre pasará con el tiempo.
- Percibirse como supervivientes, como personas que ahora cuentan con más armas y recursos para enfrentarse a situaciones difíciles.
 
 
El crecimiento postraumático puede dar lugar a cambios:
 
·        En uno mismo, por ejemplo si he superado esto puedo superarlo todo o me he dado cuenta que soy fuerte.
·        En las relaciones personales, por ejemplo ahora sé quien son mis verdaderos amigos y me siento más cercano a ellos o ahora comprendo mejor a los que sufren.
·        Cambios espirituales, por ejemplo ahora he cambiado mi esquema de valores y prioridades en la vida, he aprendido lecciones importantes o he aprendido que hay que saborear cada segundo la vida.
 
 
Desde la terapia no es posible crear el crecimiento postraumático si no que debe ser la persona la que debe ir descubriéndolo a partir de la guía del terapeuta mediante pequeños signos que éste vaya proporcionándole. Tiene mucho que ver con la creación de una narrativa nueva del trauma y con el descubrimiento de un sentido en la vida.
 
 
FORTALEZAS PERSONALES
 
Fueron Peterson y Seligman quienes comenzaron a trabajar en la teoría de las fortalezas personales. Querían saber si lo que es positivo en unas culturas lo es también en otras, si existe una serie de rasgos positivos universales. Encontraron 6 características que cumplían estos requisitos y a las que denominaron virtudes. Éstas debían cumplir tres características: ser valoradas por todas las culturas, ser valiosas por sí mismas y no como medio para conseguir un fin y por último debían poderse aprender.
En base a esto formularon las 24 fortalezas que hoy se miden mediante su cuestionario VIA de fortalezas personales.
 
¿Y cuáles son entonces estas fortalezas?
 
             I.      Sabiduría y conocimiento
1.     Creatividad, originalidad o ingenio: Facilidad para pensar en nuevas formas de hacer las cosas.
2.     Curiosidad: Interés por explorar y descubrir cosas nuevas.
3.     Apertura de mente, juicio o pensamiento crítico: Capacidad para pensar en las cosas examinando todos sus significados y matices. Estar dispuesto a cambiar las propias ideas según la evidencia.
4.     Amor por el aprendizaje: Tendencia continua a adquirir nuevos aprendizajes.
5.     Perspectiva o sabiduría: Capacidad de dar consejos adecuados para los demás, habilidad para comprender el mundo y hacer que otros también lo comprendan.
 
           II.      Coraje
6.     Valentía: No dejarse intimidar por la amenaza o el cambio, por la dificultad o el dolor. Defender una postura a pesar de la oposición de otros. Actuar conforme a las propias convicciones.
7.     Persistencia: Ser capaz de terminar lo que se empieza a pesar de los obstáculos.
8.     Integridad, autenticidad y honestidad: Ir con la verdad por delante y hacerse responsable de los sentimientos y acciones emprendidas.
9.     Vitalidad, pasión, entusiasmo: Afrontar la vida con energía sintiéndose vivo y activo.
 
        III.      Humanidad
10.           Capacidad de amar y ser amado: Tener importantes y valiosas relaciones con otros, sobretodo con aquellos en los que los cuidados son mutuos.
11.           Amabilidad, generosidad, bondad: Hacer buenas acciones para los demás, ayudando y cuidándoles
12.           Inteligencia emocional y social: Entendimiento de las propias emociones y de las ajenas, empatía, saber comportarse en todo tipo de situaciones sociales.
 
        IV.      Justicia
13.           Ciudadanía o trabajo en equipo: Trabajar bien en grupo y ser fiel a él.
14.           Justicia o equidad: Tratar a todos como iguales, no dejar que los sentimientos personales influyan en las decisiones sobre otros.
15.           Liderazgo: Animar al grupo al que se pertenece a hacer algo, Organizar y llevar a cabo actividades grupales.
 
          V.      Moderación
16.           Perdón y compasión: Capacidad de perdonar sin ser rencoroso ni vengativo.
17.           Humildad y modestia: Dejar que sean los otros los que hablen de uno mismo sin buscar ser el centro de atención.
18.           Prudencia, discreción: No asumir riesgos innecesarios ni diciendo o haciendo nada de lo que después nos podamos arrepentir.
19.           Autorregulación o autocontrol: Tener capacidad para regular los propios sentimientos y acciones. Disciplina y control.
 
        VI.      Trascendencia
20.           Apreciación de la belleza y excelencia, asombro:Apreciar la belleza de las cosas, interesarse por la naturaleza, el arte…
21.           Gratitud o agradecimiento: Ser consciente de lo bueno que a uno le pasa y saber agradecer.
22.           Esperanza, optimismo: Esperar lo mejor del futuro y trabajar a fin de conseguirlo.
23.           Sentido del humor, diversión: Gusto por la risa y las bromas, hacer sonreír a otros.
24.           Espiritualidad, fe: Pensar que existe un significado universal en lo que pasa y en la propia existencia. Creer que existe algo superior que nos moldea y protege
 
No existe una jerarquía de fortalezas, todas son positivas y deseables y todos las poseemos en menor o mayor medida.
Las que parecen estar más relacionadas con la felicidad son: amor, esperanza, vitalidad, gratitud, curiosidad y perseverancia.
 
 
 
Como se puede observar a partir de este recorrido por todos los conceptos que trata la psicología positiva es que muchas de las investigaciones en torno a ellos están comenzando y aunque los resultados por el momento son esperanzadores queda todavía mucho por descubrir y lo que si parece claro es que la psicología positiva como complemento de todo lo que se sabe ya de psicología puede aportar muchos beneficios para el tratamiento de enfermedades mentales y para la mejora de la vida de las personas.
 
Elena de Miguel
Psicóloga y coach en positiva-mente
www.positiva-mente.es

jueves, 25 de abril de 2013

CONCEPTOS BÁSICOS EN PSICOLOGÍA POSITIVA (PARTE II)



Hoy hablaré de:

- Felicidad o bienestar subjetivo

- Sentido del humor

- Fluir o estado de flujo


FELICIDAD

Cuando comienzas a indagar sobre porque alguien emprende un proyecto como factor más profundo siempre encontraremos la felicidad como meta. Sin embargo este es un concepto con muchas connotaciones culturales y actualmente se hace mucho marketing en torno a él. Es por ello que como término más científico se prefiere el de bienestar subjetivo.

 
Parece estar más relacionada con la búsqueda y la motivación hacia una determinada meta que con el hecho de conseguirla, lo que puede resultar curioso en un principio, sin embargo si nos preguntamos si alguna vez cuando hemos logrado algo que soñábamos no lo disfrutamos tanto como pensábamos, tiene que ver con ésto. Porque muchas veces estamos tan preocupados por conseguir algo que olvidamos disfrutar el camino hasta conseguirlo, que parece ser lo más relacionado con la felicidad y satisfacción vital.
 

Para poder considerar el concepto de felicidad o bienestar en su totalidad tendríamos que tener en cuenta dos factores de los que está formado.
Por una parte está relacionado con el placer y disfrute.
El placer tiene que ver con las cosas del presente que nos producen bienestar y está formado por aquello que proviene de los sentidos. Por ejemplo saborear una onza de chocolate, un té, observar el mar, un masaje…
El disfrute serían actividades que requieren mayor inversión de esfuerzo. Aquellas que aunque nos cueste ponernos a ello luego experimentamos bienestar. Por ejemplo la lectura de un libro, practicar yoga o ejercicio…
 

Por otro lado se encontrarían la búsqueda de sentido. Esto quiere decir que para sentir en totalidad la felicidad es necesario tener metas a largo plazo, proyectos que sean vividos por la persona como importantes. Por ejemplo tener hijos, crear un negocio, formarse en una determinada área…
 
Otra cosa a tener en cuenta es que todas las personas nos movemos en un rango de bienestar subjetivo. Éste vendría determinado genéticamente, no obstante las actividades que emprendemos voluntariamente son las que pueden hacer que nos situemos en la parte alta o baja dentro de ese rango. Es decir, si mi rango es de 60 a 80 en la escala de felicidad situarme en el límite superior o inferior dependerá de aquello que yo voluntariamente haga en mi vida. Las actividades a las que me dedique, la cantidad de relaciones que tenga, las metas que me establezca…
El movernos dentro de un determinado rango también afecta a la influencia que tienen los acontecimientos en nuestro nivel de felicidad. Esto es, si me toca la lotería aunque en un primer momento pueda sentir una enorme felicidad a largo plazo volveré a mi rango de felicidad. Lo mismo ocurriría ante acontecimientos negativos. Aunque en un primer momento pueda verse disminuido mi nivel de felicidad. A largo plazo volvería a recuperar esos niveles base.
 

En el nivel de felicidad también influye la deseabilidad y la comparación social. Me llamó la atención la frase que decía que los deportistas que ganan la medalla de bronce están más satisfechos que los que ganan la medalla de plata, porque los primeros se comparan con todos los deportistas que no ganaron medalla y los segundos con el que ganó el oro.
Esto aplicado a nuestra vida podría decirse que es más feliz aquel que viviendo en un barrio más pobre es más rico que sus vecinos que aquel que siendo rico vive con otros vecinos que son más ricos que él.
 


Por último dentro de las variables de personalidad que más influyen en el bienestar estaría la variable introversión- extroversión. Los estudios en este campo parecen concluir que los extrovertidos experimentan mayor felicidad que los introvertidos. Esto no quiere decir que sea así por una cuestión genética si no más bien con una cuestión de conducta. Al ser más propensos los extrovertidos a relacionarse con gente y estar más activos generándose en estos casos más diversión y emociones positivas.


SENTIDO DEL HUMOR
 
Cada vez hay más estudios que demuestran los beneficios del sentido del humor y la risa. Nos permiten liberar tensiones, disipar preocupaciones, relajarnos y olvidarnos de todo según el profesor de patología Lee Berck. Tiene un componente cognitivo y emocional que requiere de cierta actitud lúdica y positiva ante la vida. No a todas las personas les hacen gracia las mismas cosas pero si que hay gente que encuentra más cantidad de cosas graciosas que otros.
 

A nivel corporal el sentido del humor ayuda a mantener el equilibrio en el cuerpo y a fortalecer el sistema inmunológico. Además la risa hace que se liberen endorfinas que ayudan a eliminar el dolor y aceleran la recuperación del organismo.
 

A nivel terapéutico todavía queda mucho por investigar para obtener resultados contrastados en este ámbito pero si se vienen observando los beneficios de la risoterapia que consiste en reír con todo el cuerpo. Esta técnica se ayuda del hecho de que reír en un grupo es más fácil ya que la risa es contagiosa. Mediante distintos ejercicios de expresión corporal, música, masajes...se pretende conseguir que la gente ría cuando quiera y no solo en respuesta a un estímulo externo.
 
 
FLUIR
 
El autor Mihaly Csikszentmihalyi fue el introductor de este término. Se refiere a la experiencia en la cual uno se encuentra tan sumergido que pierde la noción del tiempo y se entrega totalmente a ella perdiendo la noción de todo lo que pasa a su alrededor. Se trata por tanto de una experiencia de gran concentración y gran liberación de energía orientada a la actividad pero en la que hay un equilibrio entre el dominio de esa persona de la actividad y el desafío que le supone.


Mihalyi describe 8 parámetros en la experiencia de flujo:


      1.     Unión: Las personas se sienten parte de esa actividad 
2.     Concentración: Esta concentración es sin esfuerzo y la energía fluye.
3.     Control: Ausencia total de preocupaciones
4.     Pérdida de la conciencia: La persona no piensa antes de actuar, laactuación  surge de forma espontánea.
5.   Distorsión del sentido temporal: Bien porque pasa más rápido o porque pasa más lento
6.   Valor de la experiencia por sí misma: Los beneficios que se obtienen de la actividad son válidos por sí mismos.
7. Valor de las habilidades o fortalezas personales: Requiere utilizar las habilidades personales.
8. Metas y feedback: Con la actividad se consigue un objetivo y feedback inmediato.


 
Las personas dicen experimentar esto cuando disfrutan de actividades que les apasionan, sin embargo no se llega nunca mediante actividades de ocio pasivas como pasar tiempo delante de la televisión o el ordenador. Solemos creer que los mejores momentos de nuestra vida son aquellos en los que nos encontramos sin hacer nada, sólo descansando, pero esto no es cierto.  El mayor beneficio lo encontramos en actividades que implican un esfuerzo para conseguir un objetivo.
Otro dato curioso es que esta experiencia es más fácil de lograr en el trabajo que en tiempo de ocio, ya que en el trabajo es más fácil trabajar por objetivos.
 
Otro concepto relacionado con el de fluir es el de saboreo. Se refiere al disfrute del momento presente.
 
Es posible incrementar esta experiencia siguiendo una serie de pasos:

- Compartiendo la experiencia con los demás
- Recordar la experiencia haciendo una fotografía mental del momento. Es decir prestando atención a todo tipo de detalles.
- Elogiarse a uno mismo: mostrarse orgulloso de lo que se ha vivido
- Agudizar nuestros sentidos: Escoger determinados elementos de la experiencia vivida y realzarlos.
- Ensimismarse: Aprender a concentrarse completamente en la actividad que se desarrolla.
 
Las actividades más fáciles de convertir en estados de flujo son:

1.     Actividades físicas
2.   Actividades de los sentidos: contemplar una obra de arte o paisaje, escuchar música o tocar un instrumento, degustar un buen plato…
3.  Actividades intelectuales: La lectura, resolver crucigramas, una conversación interesante, escribir…
 
¿Cómo convertir una experiencia cotidiana en estado de flujo?

        1. Definir las metas a alcanzar. Al principio pueden ser metas sencillas que 
              pueden  ir aumentando de complejidad a medida que se van alcanzando. 
        2. Desarrollar las habilidades necesarias para superar los distintos desafíos 
              que nos plantea la actividad.
       3.  Aprender a concentrarse en lo que se está haciendo y dirigir la atención a 
             los objetivos. 
      4.  Encontrar alguna forma de medir los progresos que vamos haciendo para 
           obtener un feedback inmediato. 
      5.  Elevar el nivel de desafío y dificultad cuando algo empieza a aburrirnos.



(CONTINUARÁ)
 
Elena de Miguel
Psicóloga y coach en positiva-mente
www.positiva-mente.es
 

lunes, 22 de abril de 2013

CONCEPTOS BÁSICOS EN PSICOLOGIA POSITIVA (PARTE I)







Hoy quiero realizar un acercamiento para aquellos que no sepan qué es la psicología positiva y cuáles son los principales conceptos que trata.
Para ello me apoyaré en el libro de psicología positiva donde Beatriz Vera Poseck expone los principales términos de esta disciplina.

Primero aclarar el hecho de que defender el estudio de los aspectos positivos del ser humano no implica restar importancia al estudio de los aspectos negativos. Ambos forman parte de la complejidad del ser humano, por ello no tiene ningún sentido dejar apartadas ninguna de las perspectivas.


Me gustaría comenzar con una metáfora que utiliza Seligman para explicar el enfoque que da la psicología positiva, y es la del francotirador.

Cuando un francotirador trabaja tiene que pasar días y horas en la misma posición sin moverse y sin poder dormir, lo que contribuye a que acabe fatigado, ya que debe estar alerta para que si su objetivo aparece pueda disparar en el momento preciso y no fallar.
Tal como se ha venido concibiendo en el pasado la psicología y la medicina si tuvieran que tratar a este francotirador se centrarían en intervenciones que redujeran su fatiga, mediante fármacos o psicoterapia. Sin embargo el entrenamiento que recibe el francotirador es ser capaz de disparar con precisión aun estando fatigado. Aprende a rendir al máximo a pesar de las circunstancias adversas a las que indudablemente tendrá que enfrentarse.


La psicología positiva no trae conceptos innovadores que no se hayan tenido en cuenta nunca, si no que tiene mucho que agradecer por ejemplo a la psicología humanista, ya que autores como Maslow, Rogers o Viktor Frankl ya estudiaron en su día la autorrealización o la importancia del sentido en la vida. En los que se apoyará la psicología positiva.
Sin más preámbulos pasaré a explicar uno a uno cuáles son estos conceptos que no podemos olvidar.
Hoy serán los conceptos de:
- Emociones positivas
- Optimismo


EMOCIONES POSITIVAS

Es indudable que las emociones tienen carácter adaptativo y es este carácter adaptativo el que tradicionalmente ha llevado a la psicología a centrarse en aquello que amenaza el bienestar de las personas. Si pensamos en emociones se nos viene un amplio abanico de emociones negativas pero al nombrar las emociones positivas seguro que los ejemplos son menores ya que existen menos palabras para nombrarlas.

El papel adaptativo de las emociones negativas parece claro, resolver problemas e informar de amenazas. El papel de las emociones positivas es más complicado de entender, pero si que es cierto que si no fueran necesarias no nos hubieran acompañado durante tantos años.
Las emociones positivas tienen un efecto indirecto en nuestra conducta, ya que cuando las experimentamos nos ayudan a enfrentarnos con éxito a dificultades futuras. La mente se vuelve más creativa y tolerante por lo que es posible barajar más opciones que desde una actitud negativa donde sólo se observa un camino. Se produciría por tanto a largo plazo un mejor afrontamiento de los problemas.

Hay que matizar que las emociones positivas no son lo contrario de las negativas. Actualmente se contempla un modelo multidimensional donde ambas son independientes y coexisten en el individuo igualmente.

Seligman dividen las emociones positivas en tres grupos según en que período temporal se centren.

Las que se generan en el pasado: satisfacción, complacencia, orgullo, serenidad, gratitud… Originadas por los pensamientos sobre la experiencia vivida.

Emociones relacionadas con el presente: alegría, éxtasis, tranquilidad, entusiasmo, euforia, placer… 

Emociones positivas respecto al futuro: optimismo, esperanza, fe y confianza. Originadas por los pensamientos sobre lo que vendrá


OPTIMISMO

Se suele hablar del pesimista como alguien realista y del optimista como alguien alejado de la realidad sin embargo ambas posturas constituyen sesgos respecto de la forma de interpretar la realidad. Ninguno de los dos, ni nadie es capaz de ver la realidad tal cual es por tanto depende de ti elegir la manera en que te beneficie más.

Este concepto se ha estudiado desde dos puntos de vista:


Como un rasgo disposicional en la forma de percibir el futuro. Esto quiere decir que las personas optimistas tienen unas expectativas estables y generalizadas de que en la vida les sucederán cosas positivas, por el contrario los pesimistas tienen unas creencias estables y generalizadas de que les sucederán cosas negativas.

Estas creencias tienen influencia en la forma en que afrontarán el problema. Los optimistas generarán más estrategias orientadas hacia el problema y los pesimistas a la evitación conductual por los frecuentes síntomas físicos y emocionales que acompañan en caso de percibir el problema como una amenaza.

Hay distintos estudios que relacionan este estilo disposicional con la recuperación en distintas enfermedades como ataques cardiacos o cáncer.  En todos parecen concluir que los optimistas, controlando otras variables que pueden influir como la gravedad y demás, tienen una recuperación mayor.


La otra aproximación es la del optimismo como estilo explicativo. En este caso se refiere a como explican las personas el pasado.

En esto hay que considerar:
- El grado en que la persona se siente responsable del mismo. Ej: Fue culpa mía o fue mala suerte

- El grado en que se mantiene en el tiempo. Ej: Durará siempre o ya pasará

- El grado en que influye en otros aspectos de la vida (global o específico). Ej: Es algo que afecta a toda mi vida o sólo me afecta en un área muy concreta de mi trabajo.


Según esto, el estilo explicativo pesimista tiene una valoración interna, estable y global y el optimista externa, inestable y específica. Esto ocurriría en la explicación de elementos negativos de su vida, sin embargo para los positivos los patrones se invertirían.
En este caso los pesimistas creerían que son algo externo, inestable y específico y los optimistas que son algo interno, estable y global.


Bajo mi punto de vista no es bueno usar sólo uno o sólo el otro, no se trata de siempre evadirse de la responsabilidad o de siempre culparse de lo que pasa por ejemplo, si no que hay que mantener una flexibilidad y equilibrio a la hora de usar uno u otro.


(CONTINUARÁ)

Elena de Miguel
Psicóloga y coach en positiva-mente
www.positiva-mente.es