lunes, 22 de julio de 2013

Eres más bella de lo que crees






Descubrí  este vídeo de la campaña de Dove por casualidad pero me pareció digno de que cada mujer lo viéramos y sacáramos nuestras propias conclusiones.
 
 
Mientras las operaciones estéticas aumentan, la gente que se siente insatisfecha con su cuerpo y se pone a dieta también.
 
 
La gente que sale por televisión y en las revistas cada vez es más irreal, más alejadas de la belleza natural, y nos venden eso como lo normal. El constante deseo de alcanzar esa belleza que por otra parte es irreal produce en las mujeres tristeza, frustración y como no su autoestima se ve afectada.
 
 
En este anuncio vemos lo duras que somos las mujeres con nosotras mismas, en vez de destacar aquellos rasgos bonitos de su cara las mujeres se centraban únicamente en sus defectos ¿reales o inventados?
 
 
¿Qué retrato es más veraz, el de la persona que les vio unos minutos o el de las mujeres que cada mañana se miraban al espejo? Los resultados hablan por sí mismos.
 
 
¡Cuidado! Con la belleza que está de moda, cuidado con primar tanto la belleza exterior y desatender  la belleza interior que todos tenemos, pero de la que nadie habla ni ensalza en los medios de comunicación.
 
 
Reflexiona

 
¿Cómo te ves tú, mejor o peor que como ves a los demás?
 
¿Cuál es tu ideal de belleza?
 
¿A qué belleza dedicas más tiempo a la interna o la externa?
 
 
Me quedo con dos frases:
 
 
“Nuestras percepciones personales generalmente son algo severas y nos hacen sentir mal cuando en realidad no es así como el mundo nos ve”
 
 
“Nosotras, las mujeres pasamos mucho tiempo analizando y tratando de arreglar cosas que no están del todo bien en nosotras, cuando deberíamos pasar más tiempo apreciando las que sí nos gustan”
 
 
 
 
Elena DMA

Psicóloga  y coach en positiva-mente

www.positiva-mente.es



martes, 16 de julio de 2013

cerrando ciclos: LAS ETAPAS






Hoy os dejo una bonita reflexión del gran escritor Paulo Coelho. 


Una de las causas de neurosis según la Gestalt son los asuntos inconclusos, es decir aquellos asuntos que nos persiguen a través del tiempo y no somos capaces de cerrar. 


Los vamos dejando de lado, sin embargo aunque creamos que ya no nos afectan, nos van restando energía. Hay por tanto que dedicarles tiempo y solucionarlos de una vez por todas.


Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida.
Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos. Como quiera llamarlo, lo importante es poder cerrarlos, dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.
¿Terminó con su trabajo?, ¿Se acabó la relación?, ¿Ya no vive más en esa casa?, ¿Debe irse de viaje?, ¿La amistad se acabó?
Puede pasarse mucho tiempo de su presente "revolcándose" en los porqués, en devolver el casette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.
El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la Vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltar, hay que desprenderse.
No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.
El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la Vida y seguir adelante.
¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, documentos por tirar, libros por vender o regalar. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir con sólo lo que tenemos en el presente!. El pasado ya pasó.
No esperen que le devuelvan, no espere que le reconozcan, no espere que alguna vez se den cuenta de quién es usted. Suelte el resentimiento, el prender "su televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Porque si usted anda por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrá desprenderse ni vivir lo de hoy con satisfacción.
Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de "regresar" (a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron. ¡Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo!, si no, déjelo ir, cierre capítulos. Dígase a usted mismo que no, que no vuelve.
Pero no por orgullo ni soberbia, sino porque usted ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio. Usted ya no es el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver. Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo. Ni usted será el mismo, ni el entorno al que regresa será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático.
Es salud mental, amor por usted mismo desprender lo que ya no está en su vida. Recuerde que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque: cuando usted vino a este mundo 'llegó' sin ese adhesivo, por lo tanto es "costumbre" vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr porque, le repito, ¡nada ni nadie nos es indispensable! Sólo es costumbre, apego, necesidad.
Pero .... cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte. Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.
¡Esa es la vida!
Paulo Coelho

Elena DMA
Psicóloga y coach en positiva-mente.es




lunes, 8 de julio de 2013

Nada de medias naranjas





Perls lo escribió hace tiempo pero nos es válido para nuestras relaciones actuales.


No debe llevarse al extremo del egoísmo de preocuparse sólo por lo propio y olvidarnos del otro, si no de ser honestos con nosotros mismos y con el otro.


Cuanto daño ha hecho eso de la media naranja, nos lleva a pasar la vida buscando una media naranja que puede que no aparezca y que si realmente aparece, a falta de una mitad seguramente nos causará problemas. Recordemos que nacimos enteros, por ello no podemos buscar en el otro la mitad que nos falta, debemos buscar una parte entera que nos haga crecer y ser mejor personas.


Esto ya es una conclusión mía pero yo siempre pienso que una relación merece ser mantenida cuando esa relación sume a lo que ya somos, seres completos, nos haga ser mejores. Cuando una relación empieza a restarnos energía por discusiones, por tener que fingir lo que no soy, por querer cambiar al otro…entonces tenemos dos opciones salir de ahí o cambiar algo.


Sin embargo el cambio debe partir siempre de uno mismo, no de cambiar al otro; ¿qué nos garantiza que cambiando el otro nos gustará más? Si nos enamoramos de esa persona que es hoy porque debería gustarnos más alguien que no conocemos, y ya no sólo eso, ¿quién somos nosotros para cambiar algo que el otro quizá no quiera cambiar? Por eso el cambio debe venir de uno mismo de aceptar si estoy dispuesta eso que nos disgusta del otro, de hablarlo, comunicarnos con el otro para llegar a un acuerdo, pero siempre del dar antes que el pedir.


Queremos mucho y damos poco.
Queremos comprensión y nos olvidamos de comprender.
Tenemos la certeza de que si el otro cambia seremos felices, y estamos esperando que el otro cambie, para entonces yo quizás dar un pasito.
Las dos personas entran en el mismo juego, y eso causa distancia, abismo, incomunicación, separación
Suzy Stroke


La relación de pareja es un lugar donde debemos aprender a comunicarnos abiertamente, a mostrarnos tal cual somos y tener claro que estamos dispuestos a aceptar del otro y que no.
Nadie nos enseña esto antes en la vida, es un aprendizaje que debemos hacer ambos.


Nadie dijo que fuera fácil pero si construimos nuestras relaciones de pareja desde la honestidad, desde el dar antes de pedir a cambio, desde la comunicación, de la aceptación de lo que soy yo y de lo que es el otro quizá obtengamos un resultado distinto.


Y como dice Perls “si en algún momento o en algún punto nos encontramos, será maravilloso, si no, no puede remediarse”


Elena de Miguel
Psicóloga y coach en positiva-mente
www.positiva-mente.es