jueves, 7 de noviembre de 2013

Depresión: 3 signos que te ayudarán a identificarla


 



Mediados de noviembre del año 2013, el sol empieza a esconderse y cada vez brilla menos horas al día, salimos a trabajar temprano, nos metemos en un atasco, la radio nos recuerda que seguimos en crisis, que los parados siguen aumentando….
Podría seguir, pero ustedes como yo conocen esta rutina, y  no parece que nos ayuda demasiado a mantener un estado de ánimo positivo.
 
 
Hay datos claros que informan de que actualmente con la crisis, de las bajas laborales por enfermedad mental, más de la mitad son por depresión y la OMS calcula que en 2030 la depresión será el principal problema de salud, por encima del cáncer.
 
 
¿Cómo podemos entonces identificar los primeros síntomas que nos ayuden a tomar medidas antes de que sea demasiado tarde?
 
 
La depresión está caracterizada por un bajo estado de ánimo o por una pérdida en el placer que nos producen las cosas.
Estos cambios al principio pueden ser muy sutiles. Muchas veces van ligados a pérdidas de un amor, un trabajo, una muerte, muchas veces a un cambio de residencia como puede ser el caso de dejar un país e intentar adaptarse a una cultura distinta. Estos son grandes cambios que no todos podemos asimilar con la misma facilidad.
 
Otras veces no tiene porque ser algo tan aparente.
Pequeños cambios que quizá nos van alejando de nuestras relaciones, que nos hacen salir cada vez menos, dedicar menos tiempo a las cosas que nos gustan y cuando nos queremos dar cuenta estamos metidos en casa, alejados del mundo.
 
 
 
¿Qué nos puede dar entonces la señal de alarma de que algo no va bien?
¿Y lo más importante cómo podemos solucionarlo?
 
 
En primer lugar las emociones son un buen termómetro de cómo va nuestra vida. Si nos encontramos continuamente rodeados e inundados por tristeza, impotencia, frustración, desesperanza. Sería un buen momento para parar y ver que nos está pasando, de dónde vienen todos esos sentimientos. ¿Quizá de alguna situación que estemos viviendo? ¿Quizá de algún pensamiento que nos ronde la cabeza? Al prestar más atención probablemente encontremos la causa y eso nos ayudará a poder modificarla.
 
Falta de energía, fatiga crónica. Muchas personas con depresión pueden tener la sensación de que les falta fuerzas para enfrentarse a cosas que antes hacían sin el menor problema. Si no estás sometido a una gran actividad y te sientes cansado todo el día. Después de una analítica otra posible causa podría ser la depresión. Para estos casos en contra de lo que puede pensarse la mejor solución es precisamente incrementar la actividad para romper el círculo de cada vez hacer menos.
 
 
Cambios en el patrón de sueño. Muchas personas en el comienzo de depresión tienen un cambio en su forma de dormir. Puede que tarden mucho en dormirse, que se despierten a menudo durante la noche o que por el contrario duerman demasiado y les cueste horrores levantarse de la cama. En estos casos es muy importante establecer una adecuada rutina de sueño. Nada de bebidas excitantes ni alcóholicas, practicar ejercicio pero no a últimas horas de la tarde, no cenar demasiado ni demasiado poco, irse a la cama cuando se tenga sueño, realizar alguna actividad relajante antes de dormir.
 
 
 
Esto son sólo 3 ejemplos pero puede haber muchos más. A veces uno es capaz de superarlos sólo pero otras veces no es tan fácil y es necesario pedir ayuda. Ese es un paso muy valiente pero te recomiendo que si ves que no puedes sólo no tardes más y te pongas en contacto con un profesional porque como todo, cuanto más tiempo se deja pasar más profunda puede ser la depresión.
 
 
Elena de Miguel

lunes, 7 de octubre de 2013

Aclarando términos: Diferencias entre psicología y coaching



Muchas veces me preguntan por la diferencia entre ambas disciplinas. Hay gente que todavía no tiene clara la labor de un psicólogo y mucha más que no sabe en que consiste el coaching, por ello en esta entrada me gustaría aclarar algunas dudas y mitos sobre ambos procedimientos.
 
 
 
Para mí el coaching es un procedimiento principalmente para lograr objetivos. Desde esta perspectiva traemos algo que queremos del futuro (por ejemplo, quiero conseguir un mejor trabajo) es decir ¿qué quiero conseguir? hacia el presente ¿Cómo voy a conseguirlo?
 
 
Cuando el objetivo esté formulado de una manera objetiva, medible, que resulte alcanzable y motivante para el cliente se empezarán a establecer submetas y acciones concretas para lograrlo.
 
 
 
En este sentido sería mucho más concreto que la terapia. Ya que el psicólogo necesita recabar mucha más información sobre distintos aspectos de la vida del cliente para formular a partir de esa información sus hipótesis y el tratamiento más eficaz para cada caso. Por ello el procedimiento tiene que ser inevitablemente más directivo, aunque la directividad dependerá mucho del tipo de cliente y de la corriente del terapeuta.
Hay personas que aunque están pasando por un momento muy duro y se encuentran desbordados tienen un gran poder de introspección. Es decir se observan muy bien a ellos mismos y enseguida identifican cosas que no están funcionando bien. Otras sin embargo necesitan más guía por parte del terapeuta para hacerles consciente de cosas que no son capaces de ver por ellos mismos.
 
 
En coaching esto no es necesario ya que el proceso no es nada directivo, el coach formulará preguntas y es a partir de las respuestas del cliente desde las que se irá desarrollando el proceso. El coach siempre confiará en que su cliente es perfecto y tiene todas las respuestas para conseguir su objetivo sólo que todavía está en un punto dónde no es capaz de verlas.
 
 
Quiero centrarme sobretodo en este post en la que para mí es la principal diferencia entre coaching y terapia. Esta es, el tipo de cliente al que va orientado.
 
 
Una persona que acude a terapia en principio es porque presenta dificultades en su vida que no se ve capaz de manejar solo, estas limitaciones pueden afectar a algún área concreta como podría ser el caso de una fobia social o fobia a volar, o podría ser mucho más amplia como en el caso de una depresión o un trastorno de conducta alimentaria entre otros.
 
 
En coaching es necesario que la persona NO tenga estas limitaciones porque el proceso exige de recursos a la persona para contestar a las preguntas que le formula el coach, necesita ser capaz de formular un objetivo y de llevar a cabo acciones desde el principio para movilizarse hacia él.
 
 
Esta diferencia es muy importante a mi parecer, y personas que sean coach pero no sean psicólogos tienen que tener mucho cuidado  porque si  no distinguen a  personas con un síndrome clínico pueden conseguir la frustración de su cliente y de ellos mismos, entre otros muchos problemas más graves.
 
 
Algunas indicaciones que nos pueden indicar un problema psicopatológico son:
 
- Emociones demasiado intensas durante el proceso o gran presencia de emociones negativas en detrimento de las positivas.
 
 
- Incapacidad para generar soluciones u observación por parte del coach  de que la persona aplica siempre una misma solución que no funciona a distintos ámbitos de su vida y la persona no es consciente de ello.
 
 
- Sensaciones de incapacidad, desbordamiento, baja autoestima. La persona que acude a un coach puede tener cierto bloqueo a la hora de resolver un problema pero desde luego no están presentes todas estas sensaciones tan incapacitantes.
 
 
- Falta de recursos o habilidades. Si la persona no dispone de habilidades por ejemplo para relacionarse y es algo necesario para el logro del objetivo. Es imprescindible un entrenamiento previo en este aspecto.
 
 
- Inacción, a pesar de que se proponen acciones concretas si la persona constantemente dice que no se ve capaz de hacerlo sería necesario observar si existe algún otro problema clínico que lo está impidiendo.
 
 
Estos son algunos ejemplos pero si cliente o coach sienten durante el proceso que éste no avanza es necesario parar y plantearse si quizá alguno de estos puntos pueden estar influyendo.
 
 
Espero que con esto haya podido aclarar algunas dudas acerca de la barrera en muchos casos “líquida” entre terapia y coaching. No obstante si queda alguna duda podéis preguntarme y estaré encantada de contestaros
 
 
 
Elena de Miguel
Psicóloga y coach en positiva-mente

lunes, 9 de septiembre de 2013

Altruismo en tiempo de crisis

 


Este vídeo me encanta, quizá alguien piense, sí claro…en un mundo ideal esto sería así… No olvidemos que el mundo lo hacemos las personas, que nosotros como individuos somos responsables de pequeños cambios en nuestro entorno inmediato, pero que como grupo también somos responsables de los grandes cambios.
 
 
El creador del término altruismo Augusto Comte lo define como aquella conducta que beneficia a otros, que es voluntaria y cuyo autor no anticipa beneficios externos.
 
 
Ésta última parte de la definición es la que más debate produce. Algunos consideran que ninguna conducta es altruista porque siempre se obtiene un beneficio o si no, no se llevaría a cabo.
Esto se relacionaría con la ley de reciprocidad que rige todas las relaciones humanas. Si yo recibo algo, me siento obligado a restaurar a esa persona el favor que me ha hecho.
 
 
Sin embargo a mí me parece que el altruismo es una cosa distinta, como bien pone en la definición “el autor no anticipa beneficios externos” eso no impide que la persona obviamente reciba beneficios internos, esto es por ejemplo el placer que se obtiene al saber que se ha ayudado a una persona que estaba en apuros.
 
 
El hecho de implicarse en un proyecto, de formar parte de algo y prestar tu tiempo para ayudar a otros es algo que cada vez más gente está experimentando.
Además del aporte de estas personas a la sociedad también está demostrado que mejora el estado de ánimo o variables como la autoeficacia, el sentirme útil.
 
 
Desgraciadamente estamos en una época en que esta ayuda es necesaria y muy valiosa. Cada vez son más las iniciativas que tratan de poner en contacto a la gente que está dispuesta a ayudar con la gente que necesita ayuda.
 
 
Aunque cada vez es más la gente que se implica en estos proyectos, todavía hay gente que no se decide a dar ese paso, unos por pereza otros porque defienden el individualismo y sólo se implican en aquellos proyectos de los que pueden obtener un beneficio.
 
 
A ti que estás leyendo esto te invito a que pruebes, quizá en un principio un poco egoístamente para que seas consciente de los beneficios que puede tener en ti el ayudar a otros. No tienen porque ser acciones que cambien el mundo, pueden ser cosas tan simples como ayudar a una anciana a llevar la compra, ayudar con alguna pequeña contribución a alguien de tu barrio que sepas que lo necesite, visitar a alguien que se encuentra en soledad… Son infinitas las opciones sólo se trata de encontrar aquella que encaja más contigo.
 
 
Te invito a probar….. y luego me cuentas ;-)
 
 
Elena DMA
Psicóloga y coach en positiva-mente
 www.positiva-mente.es

miércoles, 28 de agosto de 2013

Cuidado con la obediencia a cualquier precio

 



Después de un tiempo sin escribir, que todos necesitamos vacaciones...
 
 
He decidido terminar el mes hablando de un experimento controvertido en psicología, la réplica del mismo se muestra en el vídeo anterior.
 
 
 
El original fue llevado a cabo por un psicólogo de la universidad de Yale, Milgram en 1961. Ayer leía que habían hecho una réplica en un programa de televisión y comencé a ver como la gente se “escandalizaba” de la maldad humana.
 
 
 
Antes de conocerlo la gente suele extrañarse y decir que ellos no serían capaces de hacer eso y cuando lo ven, parecen concluir que ¡qué especie tan despiada la nuestra!
 
 
 
Sin embargo el experimento no va de eso, lo que se intentó estudiar fue la obediencia de los soldados nazis. Gente normal que cometió tales atrocidades por seguir las ordenes de un alto mando.
 
 
¿Cómo se explica esto desde la psicología?
 
 
Parece que cuando una persona actúa al servicio de una autoridad cede su responsabilidad a ésta. No se ven como un agente que responde a sus propias necesidades si no a las necesidades del superior.
No es que en este estado la moralidad quede suprimida si no que el estado de subordinación cobra mayor importancia que ésta.
 
 
En este experimento el sufrimiento humano pasa a segundo término, la responsabilidad de lo que le suceda al hombre que sufre las descargas es del experimentador siendo lo primordial para el sujeto experimental el cumplimiento de las órdenes que éste le impone.
 
 
Por ello la conclusión no es temer a nuestra especie, pensar que malos somos, si no temer lo que somos capaces de hacer siguiendo las órdenes de alguien que consideramos de autoridad.
 
 
Es normal que sucedan estas cosas cuando lo que siempre nos enseñan de pequeños es obedece a tu madre, a tu profesor… Cuando nos manipulan por la televisión, en las películas…pero pocas veces nos enseñan a dudar de las órdenes que recibimos.
 
 
 
 
Y ya lo decía José Ortega y Gasset
 
“ además de enseñar, enseña a dudar de lo que has enseñado”.
 
 
 
 

Elena de Miguel
 
Psicóloga y coach en positiva-mente
www.positiva-mente.es
 

 



lunes, 5 de agosto de 2013

No descuides tu jardín



Numerosas veces tratamos de luchar contra pensamientos que nos atormentan, nos quejamos de lo que hace nuestro hijo o nuestro marido, del dolor de cabeza o de pierna, de la vida que nos ha tocado vivir.
 
 
Gastamos energía en cosas que no depende de nosotros cambiar  y nos atormentamos pensando ¡Cuánto mejor sería mi vida si eso desapareciera!
 
 
Mientras nuestra lucha implacable prosigue vamos dejando de lado cosas importantes:
A veces obligaciones, a veces relaciones importantes, a veces hobbies… Porque entre tanta lucha con aquello que nos obsesiona, que nos quita el sueño, ya no queda tiempo para mucho más y mientras esperamos que el hada madrina aparezca para librarnos de eso que nos atormenta, nuestra vida cada vez es más y más limitada.
    
  
Ilustrémoslo con una metáfora:
 
 
Imaginemos que tenemos un jardín precioso, que un día empieza a llenarse de malas hierbas, al principio son una o dos, así que nos dedicamos a arrancarlas. A la semana siguiente las malas hierbas se van multiplicando y nos cuesta horas acabar con todas. Al año siguiente miramos nuestro jardín y vemos como las plantas que antes lucían esplendorosas se han secado, porque mientras arrancábamos nuestras malas hierbas nos hemos olvidado de ellas. Comprobamos con frustración como todos nuestros esfuerzos han sido en vano, ahí siguen las malas hierbas y el resto del jardín por falta de cuidados se ha secado.
 
 
¿Qué conclusión sacas de esto? ¿Consiste entonces en luchar con más ahínco contra las malas hierbas o quizá es necesario aceptar la convivencia pacífica de las malas hierbas en nuestro hermoso jardín?
 
 
Esto es nuestra vida, un jardín en el que inevitablemente surgirán malas hierbas depende de nosotros descuidar el resto del jardín para acabar con ellas sin éxito o seguir cuidando aquello que es importante aceptando que  a veces la vida nos hace sufrir.
 
 
Hoy te invito a pensar en todas aquellas cosas que estás dejando descuidadas por acabar con malas hierbas y te animo a empezar a regarlas de nuevo con tiempo y con cariño, quizá todavía no es tarde para recuperar tu jardín.
 
 
 
ElenaDMA
Psicóloga y coach en positiva-mente

lunes, 22 de julio de 2013

Eres más bella de lo que crees






Descubrí  este vídeo de la campaña de Dove por casualidad pero me pareció digno de que cada mujer lo viéramos y sacáramos nuestras propias conclusiones.
 
 
Mientras las operaciones estéticas aumentan, la gente que se siente insatisfecha con su cuerpo y se pone a dieta también.
 
 
La gente que sale por televisión y en las revistas cada vez es más irreal, más alejadas de la belleza natural, y nos venden eso como lo normal. El constante deseo de alcanzar esa belleza que por otra parte es irreal produce en las mujeres tristeza, frustración y como no su autoestima se ve afectada.
 
 
En este anuncio vemos lo duras que somos las mujeres con nosotras mismas, en vez de destacar aquellos rasgos bonitos de su cara las mujeres se centraban únicamente en sus defectos ¿reales o inventados?
 
 
¿Qué retrato es más veraz, el de la persona que les vio unos minutos o el de las mujeres que cada mañana se miraban al espejo? Los resultados hablan por sí mismos.
 
 
¡Cuidado! Con la belleza que está de moda, cuidado con primar tanto la belleza exterior y desatender  la belleza interior que todos tenemos, pero de la que nadie habla ni ensalza en los medios de comunicación.
 
 
Reflexiona

 
¿Cómo te ves tú, mejor o peor que como ves a los demás?
 
¿Cuál es tu ideal de belleza?
 
¿A qué belleza dedicas más tiempo a la interna o la externa?
 
 
Me quedo con dos frases:
 
 
“Nuestras percepciones personales generalmente son algo severas y nos hacen sentir mal cuando en realidad no es así como el mundo nos ve”
 
 
“Nosotras, las mujeres pasamos mucho tiempo analizando y tratando de arreglar cosas que no están del todo bien en nosotras, cuando deberíamos pasar más tiempo apreciando las que sí nos gustan”
 
 
 
 
Elena DMA

Psicóloga  y coach en positiva-mente

www.positiva-mente.es



martes, 16 de julio de 2013

cerrando ciclos: LAS ETAPAS






Hoy os dejo una bonita reflexión del gran escritor Paulo Coelho. 


Una de las causas de neurosis según la Gestalt son los asuntos inconclusos, es decir aquellos asuntos que nos persiguen a través del tiempo y no somos capaces de cerrar. 


Los vamos dejando de lado, sin embargo aunque creamos que ya no nos afectan, nos van restando energía. Hay por tanto que dedicarles tiempo y solucionarlos de una vez por todas.


Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida.
Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos. Como quiera llamarlo, lo importante es poder cerrarlos, dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.
¿Terminó con su trabajo?, ¿Se acabó la relación?, ¿Ya no vive más en esa casa?, ¿Debe irse de viaje?, ¿La amistad se acabó?
Puede pasarse mucho tiempo de su presente "revolcándose" en los porqués, en devolver el casette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.
El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la Vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltar, hay que desprenderse.
No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.
El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la Vida y seguir adelante.
¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, documentos por tirar, libros por vender o regalar. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir con sólo lo que tenemos en el presente!. El pasado ya pasó.
No esperen que le devuelvan, no espere que le reconozcan, no espere que alguna vez se den cuenta de quién es usted. Suelte el resentimiento, el prender "su televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Porque si usted anda por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrá desprenderse ni vivir lo de hoy con satisfacción.
Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de "regresar" (a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron. ¡Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo!, si no, déjelo ir, cierre capítulos. Dígase a usted mismo que no, que no vuelve.
Pero no por orgullo ni soberbia, sino porque usted ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio. Usted ya no es el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver. Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo. Ni usted será el mismo, ni el entorno al que regresa será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático.
Es salud mental, amor por usted mismo desprender lo que ya no está en su vida. Recuerde que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque: cuando usted vino a este mundo 'llegó' sin ese adhesivo, por lo tanto es "costumbre" vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr porque, le repito, ¡nada ni nadie nos es indispensable! Sólo es costumbre, apego, necesidad.
Pero .... cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte. Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.
¡Esa es la vida!
Paulo Coelho

Elena DMA
Psicóloga y coach en positiva-mente.es