Sólo tenemos
que abrir los periódicos o escuchar alguna conversación cotidiana para observar
cómo se habla de que “los miembros de tal partido, las personas de tal país o
de tal comunidad, son de tal o cual manera”.
En psicología
al hecho de considerar que los miembros de otro grupo son más parecidos que los
miembros del grupo al que pertenecemos se denomina “sesgo de homogeneidad
exogrupo u homogeneidad fuera del grupo”.
Si somos
jóvenes nos indignaremos si oímos a una persona de más edad que comenta que
“los jóvenes de hoy en día sólo piensan en beber y divertirse” pensaremos que
es injusto que se etiquete a todo el grupo como si fuera homogéneo.
Hablamos de sesgos
cuando existe cierta tendencia a ver las cosas de una manera, pero esta
visión está distorsionada o no considera todos los factores relevantes.
El sesgo de
homogeneidad exogrupo nos aporta el beneficio que en psicología llamaríamos “economía
cognitiva” es decir, nos ahorra tiempo y espacio en nuestra mente al poner
determinadas etiquetas a un grupo y considerar que todos cumplen esas
características, aunque de hecho no sea cierto.
El gran
problema que tiene el sesgo de homogeneidad exogrupo es que da lugar a prejuicios
y en casos más graves puede llevar a conductas discriminatorias.
Si yo considero
que todos los jóvenes son iguales y empiezo a añadir etiquetas como “vagos”,
“borrachos”, “impulsivos”… puede llevarme a justificar que a este colectivo se
le ayude menos o incluso que se le pongan determinados castigos. Éste es sólo
un ejemplo, pero puede verse claramente en colectivos como el gitano, las
personas de piel oscura, los habitantes de una determinada región…
¿Cómo evitar dejarnos llevar por este sesgo?
Se han hecho
diferentes investigaciones en psicología para intentar saber cómo acabar con
los prejuicios hacia ciertos grupos. Algunos ejemplos serían:
- Contacto y cooperación directa con
los miembros de otro grupo desde una posición de igualdad: Si yo por
ejemplo en una clase de niños de distintas procedencias donde he visto que hay
conductas racistas les coloco en una tarea de cooperación donde para que el
grupo gane cada uno tiene que cooperar para resolver la tarea. Me permitirá por
un lado que se conozcan más en profundidad y por otro lado encontrar una meta
que esté por encima del prejuicio existente.
- Recategorizar: Si redefinimos
los grupos y por ejemplo en esta misma clase en vez de “los españoles”, “los
chinos”, “los marroquís”… ahora pasamos a ser la clase de 3º de primaria
creando ciertos motivos, eslóganes, canciones que nos definan como tal nos
veremos como parte de lo mismo.
- Aprendizaje social: Que no es
otra cosa que dar más información sobre los grupos más rechazados de una
determinada comunidad. Por ejemplo, si yo en el periódico de una ciudad pequeña
comienzo a incluir artículos sobre la vida de las gentes que componen esa
ciudad hablando de sus costumbres, sus vidas. Podremos hacer que haya más
conocimiento y aceptación de esa persona o grupo en cuestión dentro de la
comunidad.
Como veréis el
tema de los sesgos y los prejuicios es un tema complejo y al que tenemos que prestar
mucha atención para no dejarnos llevar por ellos. Ya que en la
sociedad no hay mucha conciencia ni demasiado trabajo sobre ello.
Os invito a
que a partir de ahora cada vez que os
escuchéis diciendo alguna de estas generalizaciones paréis en seco y penséis si
estaríais de acuerdo en que esa generalización se hiciera de vuestro grupo
cultural, vuestro género, vuestra profesión… Si la respuesta es no, muy
probablemente tampoco sea cierta para ese grupo.
De hecho en
psicología hay estudios que demuestran que las diferencias inter grupos son
mucho menores que las diferencias intra grupo. Es decir que en el grupo
“españoles” hay muchas más diferencias entre ellos que si hago la comparación
“españoles” “ingleses”.
Elena de Miguel
Psicóloga y
coach