Este
vídeo me encanta, quizá alguien piense, sí claro…en un mundo ideal esto sería
así… No olvidemos que el mundo lo hacemos las personas, que nosotros como
individuos somos responsables de pequeños cambios en nuestro entorno inmediato,
pero que como grupo también somos responsables de los grandes cambios.
El
creador del término altruismo Augusto Comte lo define como aquella conducta que beneficia a otros, que es
voluntaria y cuyo autor no anticipa beneficios externos.
Ésta
última parte de la definición es la que más debate produce. Algunos consideran
que ninguna conducta es altruista porque siempre se obtiene un beneficio o si
no, no se llevaría a cabo.
Esto
se relacionaría con la ley de reciprocidad que rige todas las relaciones humanas.
Si yo recibo algo, me siento obligado a restaurar a esa persona el favor que me
ha hecho.
Sin
embargo a mí me parece que el altruismo es una cosa distinta, como bien pone en
la definición “el autor no anticipa beneficios externos” eso no impide que la
persona obviamente reciba beneficios internos, esto es por ejemplo el placer que
se obtiene al saber que se ha ayudado a una persona que estaba en apuros.
El
hecho de implicarse en un proyecto, de formar parte de algo y prestar tu tiempo
para ayudar a otros es algo que cada vez más gente está experimentando.
Además
del aporte de estas personas a la sociedad también está demostrado que mejora el estado de ánimo
o variables como la autoeficacia, el sentirme útil.
Desgraciadamente
estamos en una época en que esta ayuda es necesaria y muy valiosa. Cada vez son
más las iniciativas que tratan de poner en contacto a la gente que está
dispuesta a ayudar con la gente que necesita ayuda.
Aunque
cada vez es más la gente que se implica en estos proyectos, todavía hay gente
que no se decide a dar ese paso, unos por pereza otros porque defienden el
individualismo y sólo se implican en aquellos proyectos de los que pueden
obtener un beneficio.
A
ti que estás leyendo esto te invito a que pruebes, quizá en un principio un
poco egoístamente para que seas consciente de los beneficios que puede tener en
ti el ayudar a otros. No tienen porque ser acciones que cambien el mundo,
pueden ser cosas tan simples como ayudar a una anciana a llevar la compra,
ayudar con alguna pequeña contribución a alguien de tu barrio que sepas que lo
necesite, visitar a alguien que se encuentra en soledad… Son infinitas las
opciones sólo se trata de encontrar aquella que encaja más contigo.
Te
invito a probar….. y luego me cuentas ;-)
Elena
DMA
Psicóloga
y coach en positiva-mente
www.positiva-mente.es